ohh populum...!
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Esta humanidad des-humanizada... y la otra también

"¡... Y digáme buen hombre... ¿Donde vive Vd... ?" le dijo Fulanez a Menganez en su casual encuentro hebdomadario...

El otro ni se inmutó por la pregunta inquisitorial... ¨" Pues señor suyo y de su Señora, un servidor vive en una sociedad humana... "

"¡Ah... pues muy bien...!" le respondió tan pancho el que hacía de anfitrión... "La verdad y la mentira es que no lo sabía..." siguió respondiendo

"¡Como va Vd. a saberlo... !" exclamó el otro recriminatorio...

 

"¡Mire Vd. esa sociedad humana está tan deshumanizada que no la conoce ni la madre ni el padre que la engendraron en un desliz veraniego...!" apostilló, tocándose, no el par de ellos a dos manos, ni las narices que es lo usual en estos lances, sino las patillas de las binoculares que indefectiblemente le acompañaban en sus ratos libres, en los pocos ratos que su des-humanizada sociedad le dejaba suelto, retozar por los verdes prados y caminos floridos de un mundo mejor, lleno de esperanza y de pajarillos que cantaban a les amoureux

"¿Pero Vd. es un humano...?" Le preguntó de sopetón el contrincante. El otro encajó el golpe. Se sentía visiblemente ofendido. Le miro desdeñosamente desde la altura de sus lentillas respondiendo secamente, sin concesiones... "¡Vd. Señor mío me ofende... Este Señor suyo es sobre todo una persona competitiva, siervo y esclavo del DE, del EGO, de la CC, de...!" concluyó

"¡Ya veo, ya veo... es Vd. un competitivo creyente del Deus, de la Cofradía Cacereña, del...!"

 

El otro miraba atónito a aquella especie de energúmeno civilizado...

"Señoria lo mas importante en esta Society es el DE, el binomino Dolar-Euro y por tanto la CC, la Cuenta Corriente, que hay que seguir llenando... Mi Ego es tan grande, tan hermoso... vamos... por lo menos a la altura de la mía Vanidad que me hace ser mas competitivo, mostrar a mi jefe, a la Society lo competitivo que uno es... "Homo Homini Lupus escribió Hobbes, el hombre un lobo para los demás "¡Hay que ser el mas fuerte derrotar la competencia...¡..." exclamó exaltado, casi en éxtasis, añadiendo:  "¡Mantener el puesto, el estatus amigo mio... los coches, las grandes comilonas del fin de semana, las aburridas vacaciones, los trajecitos, mostrar al vecino lo que uno tiene o no deja tener... liquidar al prójimo si este se entromete...!"

El energúmeno civilizado realizaba por fin en qué consistía la sociedad de consumo humana des-humanizada. Con pobrecitos tales como el que portaba los binoculares con patillas, no le quedaba la menor duda de que en pos de una competitividad mal entendida unos y otros están dispuestos a meterse en un berenjenal con tal de mantener el estatus y satisfacer la des-humanizada Vanidad propia de los humanos

 

Se preguntaba en que consistiría la felicidad... y se respondía a si mismo, con o sin razón, que posiblemente en las pequeñas cosas... Y acto seguido se seguía interrogando: ¿ y que son las pequeñas cosas...?

Pues justo lo contrario de las grandes... ¡Elemental Querido W... diría el Otro...! Veamos... hay cosas o mas bien actos, entre ellos los mas importantes, en los que apenas hay diferencia entre el estatus social y económico de los bípedos, citar p. ej: Dormir, comer, practicar el fornicius... ahí la diferencia es mínima, de hecho inexistente...

 

Se podría afirmar que a semejanza con la Edad de Piedra es aquello que unos y otras intentan asegurar como necesidad primaria... Las otras necesidades, las secundarias, terciarias, etc. las han ido añadiendo los tiempos modernos, contemporáneos y de otra índole... de tal forma que han llegado a ser para algunos (muchos) tan importante, sino mas que las primarias que son en definitiva la que ocupan las horas en las que uno está en la cama, en las que se está comiendo y bebiendo, en las que se está jod... (a la parienta o al prójimo...).

Así pues si de las 24 horas del periplo terril alrededor de su eje, deducimos las horas comunes a todo terrícola que se precie de serlo, es decir: unas +/- 8 horas en posición prona, supina o de lado, las +/- 3 horas para los diferentes refrigerios y las +/- 4 horas de asueto (léase no hacer nada, leer comics, TV.. y poco mas...) pues quedan eso... solo unas +/- 9 horas para ocuparse de lo que muchos entienden por grandes cosas.

 

El de las pequeñas cosas, dado un poquitín a las "grandes" cosas posiblemente se acomoda (¡que remedio..!) a lo (mas bien poco) que tiene y vive sin demasiados problemas.

 

El de las pequeñas cosas y con pretensiones a muchas "grandes" cosas, en una sociedad deshumanizada tendrá que ser en diferente situaciones esclavo de unos y otros, de lidiar con una sociedad hostil para sacarle lo que necesita y permitirse un estatus elevado y esas "grandes" cosas... satisfaciendo de paso su ego, la vanidad propia de cada humano, de sentirse superior en cuanto a pertenencias (que en es en cierta forma lo que en esta sociedad distingue a unos de otros)... ¡La personificación del triunfo del Imperio DE (Dolar - Euro)...! "Poderoso caballero es Don Dinero..." escribió el poeta

 

A todo esto el dócil y fiel energúmeno civilizado no osaba aún responder a la cuestión inicial: la Felicidad... ¿Existe no existe...? ¿En que consiste...? ¿Es que tiene sentido todo el tinglao montado para rodearse de artilugios de uno y otro tipo... cuando un día de estos le llaman a filas sin preguntarle teniendo que abandonar el planeta Tierra dejando en suelo patrio esas "grandes" cosas a cuya consecución dedicó gran parte de su breve estancia en ese minúsculo punto del Universo...?

 

Uno y otro (el Señor suyo y el Señor mío) se despidieron cortésmente...

 

"¡Abur Señor mio...!" dijo uno pensando para sus adentros: "¡Pobrecito competitivo...!"

"¡Abur Señor suyo...!" respondió el otro pensando para su adentros: "¡Vaya energúmeno civilizado...!"

 

¡Pues eso: Vd. mismo...!

 

 

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