El crio miraba y buscaba como un poseso en pos de la dichosa palabreja.

"Escatología"  ponía allí... y a renglón seguido: "Véase Fenómenos escatológicos" y ahí está el crio a la caza y captura de Fenómenos Escatológicos.... "Fenómenos Escatológicos"... y seguía poniendo allí: "Dícese de los Fenómenos en los que se involucra un intercambio considerable de energía con el exterior desde el epicentro del lugar en el que se originan. Procesos acompañados del consiguiente aparato acústico, similares al origen del trueno, de una descarga eléctrica o del bramido de un toro en celo.... Fenómenos producidos en general a consecuencia de una opípara comida en la que abundan componentes altamente energéticos, como puede ser una buena fabada asturiana o un cocidito madrileño.

Efecto perturbador mas para aquellos que se encuentran en las inmediaciones del autor del desaguisado... que para el sujeto que lo origina... que de hecho no es otro que el autor del desaguisado...  " rezaba allí.

Ni corto ni perezoso cogió el tomo por el lomo llevándolo a su prócer. "¡Papi, papi... la he encontrado, la he encontrado...!" gritaba el crio ufano, alegre como un crio con un diccionario nuevo...

"¡A ver hijo, a ver...!" respondió el padre con aire mas bien cansino...

Este a su vez tomó el libro por el lomo y leyó: "Fenómenos escatológicos: Dícese de los fenómenos en los que....". El buen hombre leía, leía y seguía leyendo... "... en las inmediaciones del autor del desaguisado" concluyó...

"¿Y bien papi...!" preguntó el crio...

El padre se removió incomodo en el sillón, parecía ser que le estaba embargando algún retortujoncillo estomacal... no sabría muy bien si a consecuencia de la cuestión a dilucidar o a la barbaridad que unas horas antes se metió entre pecho y espalda en la merienda dominical.. ¡Vamos que estaba el amigo en situación optima de efectuar una demostración aclaratoria del fenómeno ese...!

"¡Filio miño...!" respondió el prócer deseoso de terminar con la espinosa cuestión... "eso es el P-2 de toda la vida... ¡vamos lo que ocurre cuando uno está a punto de reventar y no tienen más remedio que dar rienda suelta a la pernera...!"

Respiró profundo al concluir con la impertinente cuestión...

"¿Es lo que a veces retumba en el cuarto de baño cuando te encierras un rato cerrando la puerta...!" respondió el niñito en su inocencia infantil...

Al padre le embargaba un cierto sonrojo por la manifestación de la criatura...

"¡Niño... tampoco es para tanto...!" respondió el padre en plan exculpatorio...

"¡A ver.... dime... donde has visto este tema...!" le preguntó el padre intentando desviar la conversación hacia otros derroteros

"¡En las páginas de deporte... papi...!"

"¡En las páginas deportivas...!" exclamó el mentor algo descolocado

"¡Lo que ha visto el crio este ha sido seguramente un reportaje sobre los árbitros...!" se decía para sus adentros

"¡Vamos a ver Filio mío...! que un arbitro sople y emita notas no quiere esto decir que produzca efectos escatológicos..." dijo esta vez para el exterior el padre aquel...

"¡Si papi... pero depende por donde sople...!"

Respondió el crio dejando descolocado al padre... quien de hecho ya ni sabía de que sitio colocarse en el sillón

"¡Elemental filio miño, elemental..." murmuraba el padre...

"¡Este crio es la lech...!" se decía de nuevo para si mismo

"¡Pero de donde ha sacado un diario deportivo la palabreja esa...! ¿Se ha quejado alguno en el vestuario por atufamiento indebido...?" preguntó, curiosillo ...

"¡Es que lo escatología es un deporte...!"

dijo el niñito en su inocencia...

El padre de la criatura abrió un ojo como un queso manteniendo el otro (ojo) avizor por lo que pudiera pasar...

"¡Vamos a ver mío filio... Escatología es una ciencia, solo una ciencia... y nada más que una ciencia...!" Ex-clamó ex-cátedra, altanero, el padre de la criatura

"¡Pues será una ciencia... Pero por lo visto una marca conocida de fabada asturiana en lata ha organizado un campeonato escatológico en Ca(n)gas de A(o)nis en Asturias... que por cierto lo va a televisarTele5 para todo el mundo..."dijo el sabihondo de crio...

"¿Te vas a apuntar papi al concurso de tiro al plato...?" preguntó la criatura

"¡Como de tiro al plato...!" interrogó el prócer al vástago... "¡El trasero no es ningún trabuco que pegue perdigonazos...!" dijo el..."¡Aunque pensándolo bien..." soltó con voz casi imperceptible

Con tanto disparo a quemarropa el padre estaba que no cabía de si de gozo... de hecho se aflojó el cincho del pantalón ya que con tanta pregunta y los estragos intersiciaciales en los entresijos del buen hombre que estaba causando el cocido madrileño del que el amigo dio buena cuenta a la hora nona después de los maitines, tenía la pesada sensación de que la zona umbilical amenazaba con ponerse en orbita...

Se levantó como pudo del sofá enfilando el camino hacia el Cabinet...

"¡Vuelvo enseguida filio miño...!" dijo pausadamente al filio suyo, aunque mostrando cierta premura en los ademanes, resoplando por los ardores estomacales que le embargaban el entresijo...

Llegó al lugar del encuentro, se encerró en el cubí-culo... allí se encontraba el, solo el y consigo mismo, abrió la ventana por lo que pudiese pasar y... ¡Oh señor suyo...! de pronto parecía que las fuerzas telúricas se habían desencadenado in-misericordia... se desató algo así como una tormenta mañanera acompañada de rayos y truenos....

El crio asustado delante de la puerta asistía impasible al dantesco especta-culo sinfónico que se dirimía al otro lado del telón...

¡Duró lo que duro... pero el tiempo que duró parecía una eternidad...!

"¡Pues con una demostración como esta... por lo menos cae la medalla de bronce y el lote de fabada...!" se decía para si el prócer... ya enormemente aliviado de sus pesares y haciendo planes para un futuro prometedor en la élite del deporte...