Supongamos que uno o unos cacos o cacas (que también las hay) irrumpen en su domicilio y le piden, amablemente o no, que les entregue sus pertenencias, cuanto más mejor, le coaccionan, le amenazan y procuran meterle el canguis en el cuerpo para conseguir el bien ajeno, es decir el suyo... que por cierto le ha costado lo suyo ganarlo

Henos aquí pues que en un descuido de los visitantes indeseados, que por cierto le han fastidiado la agradable velada que tanto prometía, agarra la tizonera de atizar el fuego de la chimenea y atiza un garrotazo al malhechor que no queda tieso de milagro.

En esta situación solo es cuestión, como en las películas de reducir al ladrón y avisar la policía, que solícitamente se personifica en el lugar de los hechos.

"¡ Mal asunto, muy mal asunto...! ¡Por poco se cargan al bendito invasor, lo que significa que el juez les va a meter un puro en forma de daños y perjuicios a pagar al fulano aquel... y rogar que no le queden secuelas que le obligue además a pagarle una pensión vitalicia...!" Les espeta el policia de turno a los fastidiados, aturdidos y ahora angustiados contribuyentes.

Eso si al malhechor después de curarles sus heridas de combate, en vez de retirarlo de la circulación y concederle un largo tiempo de reflexión en una mazmorra, lo pondrán unas horas más tarde de patitas en la calle para que siga impunemente fastidiando a mas vecinos... sabiendose además protegido por las permisivas leyes de este país...

Así pues el ciudadano del barrio comienza con su particular crisis existencial.... ¿No hubiese sido mejor para evitar problemas con la justicia, haberle entregado al caco/a los ahorrillos caseros... y dejarlo marchar, antes de meterse en el embolao que les espera de juicios, fastidios, indemnizaciones al malhechor, etc....)

Y el, honesto ciudadano donde los haya, que contradictoriamente contribuye con el pago de sus impuestos a mantener a una pléyade de jueces y hacedores de leyes, realiza de golpe y porrazo que no solamente no se encuentra protegido, sino que a las primeras de cambio caerá sobre su persona todo el peso de la ley...

¡...Vd. mismo comenzará a explicarse donde está la diferencia entre el bien y lo otro (que seguramente será el mal... y no precisamente de ojos), entre lo justo o lo que permite unas leyes sociales hechas ( por lo menos es la impresión) para proteger a muchos que las contravienen, entre ser un ciudadano modelo de pasarelas, o tomarse la justicia por su mano o mas bien por la estaca reservada y oculta (por si las moscas) para tales eventos...

¡La respuesta... búsquela en el fondo de los ojos de su amada...!